Desde una perspectiva diferente
Durante mi carrera, me han preguntado muchas veces sobre mi trabajo en manejo de desastres, qué hacía antes, cómo llegue a donde estoy hoy y cómo tomo decisiones durante un evento en particular.
Por Naritsorn Pholperm,Gerente de Respuesta. Tailandia

He descubierto que se me hace un poco difícil poder explicarme de forma clara. A veces cuando hacemos algo por mucho tiempo y esto se convierte en parte de nuestra rutina olvidamos totalmente como poder explicarlo, por eso les voy a contar un poco de mi experiencia. Cuando veo atrás hacia mis días como estudiante en la escuela veterinaria, recuerdo que lo único que necesitaba en mi bata era el estetoscopio, gasa, fórceps y una luz. Ahora, para poder hacer bien mi trabajo durante un desastre, no puedo salir sin un teléfono satelital, un purificador de agua, una máscara de gas para erupciones volcánicas, dispositivos salvavidas y en algunos casos, hasta unos buenos tenis para correr. ¡Es una forma de vida tan diferente para un veterinario! Aunque todos los desastres son diferentes y cada uno tiene su historia única y diferente para contar, todos tienen ciertos elementos en común.
Aún cuando un desastre se pueda predecir, hasta que el desastre ocurra sabremos su verdadero impacto
En muchos casos, los desastres y el clima se pueden predecir. Pero es hasta que el monstruo toque tierra que podremos saber el daño que causó. Antes de eso solo podemos suponer cuál será su impacto. Desafortunadamente, aún en un desastre de inicio lento, puede tomar solo un segundo para que una situación alcance su punto de inflexión y su impacto cause daños más allá de la capacidad de las personas en el sitio para enfrentarlo. Un ejemplo de esto, fue la sequía en Tailandia durante el 2016, esta ya tenía cerca de 2 años de estar presente en el norte del país. La comunidad que ayudamos en ese momento estaba muy bien preparada para enfrentar una sequía ya que muchos habían enfrentado situaciones similares desde que eran niños. Pero un día la situación empeoró, la gente tuvo que empezar a cavar pozos para encontrar una gota extra de agua. Fue en ese momento que nos llamaron pidiendo ayuda; tuvimos que empacar nuestras maletas e irnos.
Dejar a nuestros seres queridos también es parte del trabajo
Durante el terremoto de Sulawesi en el 2018, nuestra oficial de logística y soporte recién había regresado de su licencia por maternidad y le notifiqué que debíamos salir con tan sólo 48 horas de anticipación. Una madre, con su hijo recién nacido tuvo que empacar y salir sin saber cuando sería su regreso a casa. En ese momento sólo podía pensar en la canción de John Denver que dice: “…Cause I'm leavin' on a jet plane. Don't know when I'll be back again. Oh babe, I hate to go..” (…me voy en un avión. No sé cuando volveré. Oh Cariño, odio tener que irme”…) Estuvimos conduciendo cerca de 2 días desde el aeropuerto disponible más cercano hasta la zona de desastre en el centro de Sulawesi, durante todo el viaje, de aproximadamente 1.000 kilómetros, ella tenía que estar pendiente de su bebé ( y hasta extrayendo su leche durante el camino).
A este punto, muchos se podrían preguntar: ¿Por qué seguir haciendo esto si hay tantos otros trabajos más seguros?
Acá es donde el dicho “Toda moneda tiene dos caras” aplica perfectamente. Conocer la razón del por qué hacemos este trabajo es la motivación suficiente. Cuando ayudamos a un animal, también estamos ayudando a las personas.
Me pongo a pensar en los productores que necesitan del ganado para labrar la tierra, las personas que perdieron sus hogares y a sus familiares y ahora sus mascotas son la única compañía que tienen.
No puedo explicar lo mucho que estos animales significan para estas personas. Por eso, salvar a estos animales, que en muchos casos es lo único que les queda, es la única motivación que ocupamos para seguir ayudando.
Si no los ayudamos, la vida de todas estas personas podría cambiar para siempre. Recuerdo una familia en Mongolia durante una sequía helada. Ellos se encontraban en una tierra donde los pastores mongoles han habitado desde la época del imperio, y estaban particularmente orgullosos de ser una familia de pastores. Tenían cientos de cabras que alimentaban a toda la familia y gracias a ellas podían enviar a los niños a la escuela. Sin embargo, el invierno prolongado donde en algunos lugares se experimentaban temperaturas de hasta -50 grados Centígrados, había provocado una gran escasez. Ya no había pasto para alimentar a los animales ni lugares calientes donde los animales pudieran estar, los pastores hasta decidieron llevarse a sus animales a donde ellos dormían. Esta familia terminó perdiendo todo su ganado y tuvieron que mudarse a la ciudad y empezar a buscar trabajo para poder continuar con sus vidas.

Una sonrisa lo es todo.
Como en cualquier situación intensa, sentirse con mucho estrés es inevitable. Pero, ¿es esto en lo que debemos enfocarnos? La respuesta es un gran No, ya que una vez que hemos salido hacia una operación de respuesta nos enfocamos en “hacer lo que tengamos que hacer”. Sé que esto podría sonar como una frase de super heroes, pero la realidad es que cuando logramos ayudar con soluciones, recibimos dos cosas a cambio: 1) una gran sonrisa de esas personas a las que ayudamos, y digo las personas porque los animales no pueden sonreír o decir gracias. En muchos casos estas sonrisas son una mezcla de alegría y alivio y 2) cuando el trabajo está listo, significa que puedes volver a casa a ver a tus seres queridos.
¿Es esta la única forma de ayudar a los animales?
No, la mejor opción no es tratar de solucionar los problemas desastre por desastre y solo esperar a que pasen. La mejor solución es cuando una sociedad entera, empezando por los gobiernos toman acciones para incluir a los animales en sus planes para estar preparados y reducir el riesgo. Incluir a los animales en los planes y políticas, así como entender el impacto económico, social y emocional que tiene la pérdida de los animales puede disminuir las preocupaciones de muchas familias y proteger a los animales.
Puede encontrar más información en este sitio web; póngase en contacto con nosotros si desea comenzar a trabajar para proteger a los animales de los desastres.