Haiti
En enero de 2010, Haití fue azotado por el terremoto más poderoso que golpeó al país durante 200 años. 3,5 millones de personas se vieron afectadas por el devastador terremoto y más de 1 millón de animales de granja y mascotas murieron, resultaron heridos o abandonados.
Haití es el país más pobre de América. Antes del terremoto, ya ocupaba el puesto 145 de 169 países en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas. Los habitantes de la capital de Haití, Puerto Príncipe, necesitaban desesperadamente un plan de acción para proteger la salud de los animales que les quedaban y sus medios de vida a largo plazo.
Nueve meses después del desastre, la situación se complicó aún más por un brote de cólera. Para julio de 2011, casi 6.000 personas habían muerto y 216.000 estaban infectadas con cólera.
Tratando con necesidades inmediatas
Llegamos a Puerto Príncipe a los pocos días del terremoto, entregando rápidamente una respuesta urbana coordinada y sostenible. Trabajamos estrechamente con el Ministerio de Agricultura, Desarrollo Rural y Recursos Naturales de Haití (MARDNR) para satisfacer las necesidades de las comunidades más vulnerables y sus animales.
Ayudamos a crear y liderar una coalición enfocada en brindar soluciones efectivas y coordinadas para las personas y sus animales. Esta coalición y el gobierno haitiano se unieron para desarrollar un plan, que incluyó la creación de una clínica veterinaria móvil y el desarrollo de un programa de vacunación.
Reconstrucción del laboratorio nacional de Haití
La reconstrucción del laboratorio nacional de Tamarinier en Haití también ayudó a mejorar significativamente el bienestar de animales y humanos por igual. La instalación fue particularmente importante, ya que brindaba servicios de diagnóstico y análisis para la evaluación y vigilancia de enfermedades infecciosas y transmisibles.
La remodelación del laboratorio triplicó su capacidad, según MARDNR. Ahora puede realizar 8.000 pruebas de diagnóstico por año para la rabia, la enfermedad de Newcastle, la peste porcina clásica, el ántrax, la leptospirosis y el gumboro. Esto se estimó para evitar la muerte de más de 100.000 aves de corral, 30.000 cerdos, 5.000 cabezas de ganado y 50.000 mascotas. También garantiza la protección de más de 500.000 personas contra infecciones y enfermedades zoonóticas
Se previno la muerte de:
100.000
Aves
30.000
Cerdos
5.000
Ganado
50.000
Mascotas
Clínica móvil y vacunación
La clínica móvil estaba a cargo de un equipo de veterinarios locales que brindaban atención veterinaria y vacunaciones gratuitas a más de 50.000 animales. Para almacenar las vacunas a una temperatura adecuada, creamos 12 unidades de cadena de frío solar y proporcionamos 100 cajas de enfriadores portátiles más pequeñas. Estas unidades fueron diseñadas para ser utilizadas durante todo el año, independientemente de la electricidad.
Las unidades de la cadena de frío aumentaron la capacidad del país para responder a los brotes de enfermedades. Este programa sostenible garantiza la protección de la salud animal y tiene como objetivo proteger la salud pública mediante el suministro de vacunas contra enfermedades como el ántrax y la rabia.
También desarrollamos un censo de animales en Puerto Príncipe que proporcionó los datos útiles de MARDNR para los programas de vacunación y otros emitidos relacionados con la salud pública. El presupuesto para esta operación fue más de USD $ 1 millón.
Una vista aérea del daño en Puerto Príncipe, Haití después de un terremoto de 7 más en la escala de Richter golpeado en enero de 2010
Anuncio de servicio público
Los planes de preparación para terremotos incluyeron el desarrollo de un anuncio de servicio público comunitario. Este material fue creado en el idioma local, criollo, y se consideraron características culturales y sociales locales específicas.
El mensaje fue promovido a través de TV, radio y otros medios. Ayudó a cambiar con éxito las actitudes hacia la importancia de los conceptos de reducción del riesgo de desastres, particularmente en torno a la inclusión de los animales en los planes de preparación familiar.
Los grupos focales se llevaron a cabo al comienzo de esta campaña y al final para evaluar las opiniones de las personas sobre la preparación y sus percepciones sobre sus animales y salvarlos durante un desastre. Las principales conclusiones de estos grupos de discusión fueron que, aunque la frecuencia en la que los participantes llevan sus animales al veterinario de manera regular no había cambiado (debido principalmente a acceso o la asequibilidad), todos habían oído hablar de la campaña de vacunación con la mitad del participantes que acceden al programa.
Esta información cualitativa es extremadamente útil para medir dónde la educación y los anuncios de servicio público a más largo plazo podrían ser extremadamente efectivos en la preparación para desastres, pero también en relación con las normas y consideraciones de bienestar animal. Se puede hacer una clara distinción en la comprensión de la gente sobre sus animales y cuán importantes son para ellos tanto durante los desastres como entre ellos.
Obstáculos
Lograr resultados en Haití no fue fácil.
La situación devastadora después del terremoto proporcionó desafíos que incluían carreteras dañadas, dificultades de seguridad y la posibilidad de enfermarse.
Lecciones aprendidas
Construir sobre la experiencia y lo que funciona es la clave. Los siguientes aprendizajes fueron descubiertos:
- El valor de trabajar codo a codo con las autoridades locales y las comunidades, aprendiendo sus necesidades inmediatas, sus preocupaciones y respondiendo a ellas.
- La paciencia es imprescindible: los procesos de capacitación no pueden apresurarse.
- Considerar el idioma local, la cultura y las diferencias sociales como un tema central. Es vital que los mensajes se entiendan claramente.